viernes, 8 de agosto de 2008

Ajenos

En una experiencia de aprendizaje que tuve la oportunidad hace algunos años, de liderar ante un grupo de facilitadores de SIEMPRE SC, una empresa de facilitación y consultoría con sede en Maracaibo, volví a escuchar un poema del griego Constantin Kavafis titulado Ítaca.
En esa ocasión, Ricardo Ball, cineasta y profesor emérito de la Universidad del Zulia, un ser humano entusiasmado con el aprendizaje, el arte y la biología del amor, lo leyó a propósito del tema de las metáforas.
Y volví, en la voz de Ricardo, a transportarme a mis recuerdos, a la aventura de reconocerme en Odiseo, incansable viajero, y de construirme en innumerables travesías de lecturas y de amores.

Hace pocas semanas lo leímos en una de mis clases de Taller de Lectura y Comentario de Textos y los estudiantes comentaban cómo se reflejaron en el poema y como les puso a pensar en sus deseos, anhelos y sueños.
Espero que sea también para ustedes una invitación al viaje y la aventura de conocer y conocerse.

Konstantínos Kaváfis.
ÍTACA.

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.


Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

jueves, 17 de abril de 2008

Ajenos



Esta sección compartirá poemas, cuentos, canciones, citas, dibujos, y cualquier otro texto creado por alguien diferente a quien suscribe este blog. Algunos me han acompañado desde hace mucho tiempo y han sido fuente de inspiración. Otros han llegado a mí recientemente y me han sido dados para aprender, para remover mis estructuras. espero las disfruten. No espero que les gusten todas, pero sí que los toquen y que cumplan su cometido.



Iniciaré esta sección con un bello poema del escritor colombiano Juan Gustavo Cobo Borda, extraído de su antología El animal que habita en cada uno



Seré fiel

No a lo que a veces siento
y quizá me engañe
no a lo que a veces sientes
y quizá sea cierto

seré fiel

no a tus dudas
sinceras como el asco
no a esta derrota
que es de ambos

seré fiel

no a lo que digo
o tacho
sólo seré fiel
monte de mirra/collado de incienso

a tu cuerpo
en mi cuerpo


Juan Gustavo Cobo Borda






Fidelidad

Virtud por demás escurridiza.

Se evapora en el calor de un cuerpo sinuoso.

Se confunde con la visión de la piel semiescondida.

Se postra ante un aroma submarino.
Pecado intuido, por pensamiento, por palabra y hasta por omisión.


Se es infiel de las maneras más disímiles.

Aún evitándolo.



Cómo serle fiel a algo más que a los propios instintos.



Alicia

viernes, 11 de abril de 2008

Cuaderno personal

Las relaciones de pareja pueden ser comparadas con muchos fenómenos naturales, con el mar, con una tormenta, con una selva frondosa y misteriosa, o pueden ser representadas por diversas metáforas o símbolos.

Revisando algunos de mis poemas me he dado cuenta de que hay un leit motiv ( ¿se acuerdan de cuarto año de bachillerato con ese término?) o un motivo que se repite en varios de ellos. La idea de una lucha, una batalla que se resuelve, -afortunadamente- entre dos contendores que se aman, que se desean, o por lo menos se atraen lo suficiente para enfilar sus armas, secretas o no, hacia un objetivo que quieren conquistar.

Después de una batalla particularmente satisfactoria, por la estrategia desplegada y no sólo por los botines y tesoros que nos quedaron a ambos, este texto se independizó de mí para regalarlo a quienes, como tú y como yo, disfrutamos de esa batalla deliciosa llamada amor.



Tregua

Adelanto mi labio inferior
rindo mis armas
ante tu negativa rotunda
de darme una esperanza
de concederme una tregua
de verte a solas
de nuevo

Indecisa
mido la intensidad de la quemadura
en el dorso de mi mano derecha
en tu mirada sobre mi vientre
en tus dedos en mi nuca

Prometí, pataleé
quise mantener
esta aguerrida soledad

Vencida (o vencedora)
enarbolé la bandera inmaculada
de mis piernas
en tu espalda

Firmamos un armisticio
frágil
casi evanescente

El tiempo se corta en rebanadas
muy delgadas
dolorosas
hasta la próxima
batalla horizontal

A mi padre

Hoy es un día muy particular. Todos los días lo son, pero hoy le he dedicado más tiempo a pensar en mi padre, Luis Alberto y a rendirle homenaje con palabras.

Mi papá está presente en mi vida cotidiana de múltiples maneras. Quienes conocen mi núcleo familiar, saben que admiro y amo profundamente a mi madre: mujer luchadora, vivaz, divertida, enérgica, bella. Saben también que desde que mi papá murió ella y yo somos inseparables y he descubierto cuánto nos parecemos, en lo bueno y en lo no tan bueno.

Siempre he pensado que mi papá ha sido la influencia más importante en la configuración de mi personalidad, mis intereses, mi actitud ante la vida y muchas otras cosas. Sólo ahora que no está presente físicamente he calibrado su inmenso poder sobre mí, todavía hoy. Me hace mucha falta, sobre todo para compartir los buenos momentos, los triunfos y para consultarle las más importantes decisiones que se me han presentado.

Mi papá era muy conversador, un lector consumado y un amigo leal, un padre amoroso y un esposo solidario y enamorado.
Le gustaba mucho la música y era un entusiasta de los museos y de las manifestaciones vivas del arte y, a Dios gracias, supo contagiarme.

Fue en muchos casos inspiración y consejo oportuno no sólo para mí sino para varios de mis mejores amigos, quienes lo contaron entre los suyos, a pesar de la diferencia de edades, en la mayoría de los casos.
Además fue mi mejor compinche. Sólo desde hace once años su lugar fue ocupado por un mejor amigo, quien como él me escucha, acepta y me hace espejo para que me vea tal como soy, con la menor cantidad de máscaras posibles.


No sin enfrentamientos, pero siempre con infinito amor y respeto, mi papá y yo terminábamos las peleas más encarnizadas con una conversación enriquecedora y pacífica que borraba las diferencias ( al menos hasta la siguiente pelea).

Como hija única aprendí a lidiar con el monstruo verde de los celos, no con otros hermanos, sino con las muchas amigas que lo amaban y que lo siguen extrañando como el primer día. Esa experiencia de hija me sirvió en mis relaciones de pareja, espero no haber hecho sufrir tanto a mi pareja de entonces con mis punzaditas ocasionales de monopolio emocional

Me sentí libre de ser quien fui delante de él y le pido a Dios en mis momentos de tribulación y duda que me permita ser la hija que él disfrutaría tener y de quien él siempre se sienta orgulloso, dondequiera que esté, pero especialmente aquí, muy adentro, en mi corazón.

Este corazón que no puede evitar encogerse un poquito en un día como hoy, cuando recuerdo que se ha ido; el mismo que se ensancha feliz al ver su obra trascendente en quienes influyó de alguna manera.


Te amo, papá.

lunes, 17 de marzo de 2008

Cuaderno personal

Cine: EL LABERINTO DEL FAUNO

Hola de nuevo. Esta vez les hablaré sobre cine:
Recién tuve la oportunidad de ver en casa "El laberinto del Fauno" película española ganadora de numerosos premios en su país y en el extranjero. Ambientada durante la Guerra Civil española, narra la historia de una niña huérfana de padre, quien se traslada al campo con su madre embarazada para esperar al bebé con su nuevo esposo, un militar detestable. Se narran dos historias paralelas: La historia de la niña en ese ambiente que ella considera inhóspito, sobre todo por su padrastro y por su desmedida crueldad, y la historia de fantasía en la que ella se sumerge producto de sus lecturas de los cuentos de hadas que le regala su madre. La función redentora de la literatura se muestra patente en la película, bellamente realizada, con una fotografía preciosa, bellos diálogos, imágenes crudas y hermosas, efectos especiales sorprendentes y animales increíbles ( a decir de mi hijo Luis David, quien vio sólo unas escenas desde la mitad de la película, pero igual lo enamoró).
"El laberinto del fauno" ha pasado a integrar mi lista de películas que vería
más de una vez, porque el papel de esa niña inteligente, solidaria, compasiva, amorosa y firme está bien construido y logró afincarse en mi corazón. En varias escenas me recordó la película "La princesita" y no fue sino hasta ver los créditos que entendí la relación: uno de sus productores es A. Cuarón, director de aquella y de la tercera película de Harry Potter. Elementos como la tiza que abre otros mundos ( o los protege) las acercan y muestran la presencia de ese director maravilloso a quien hay que seguirle la pista.
Para quienes como yo, evitan ver películas relacionadas con cualquier guerra, les invito a disfrutarla sobre todo teniendo presente que cualquier forma de violencia, donde se desconoce la presencia y la legitimidad del otro, la validez de sus necesidades y plantemientos, no es más que el resultado de la falta de amor por el semejante y el desconocimiento de la alteridad, de la diferencia tan necesaria, enriquecedora y humana que nos identifica.
La recomiendo ampliamente.

sábado, 1 de marzo de 2008

Cuaderno personal

Muchos de nosotros tenemos uno o varios cuadernos donde llevamos nuestra agenda, tomamos apuntes, llevamos nuestro presupuesto o capturamos las ideas volátiles para evitar que desaparezcan para siempre. En esta sección compartiré uno de mis cuadernos, ése donde anoto las palabras con movimiento, con olor, con sabor, esas que originan textos como este.

Hace un tiempo me llegó por internet una promoción de no sé qué producto o servicio. No lo leí completo, pero antes de borrarlo una frase en un idioma desconocido me enganchó. Me sonó a japonés, y dado que desde hace unos años estoy aprendiendo a disfrutar de la comida japonesa, sobre todo a partir de algunas experiencias desafiantes con mi alimentación durante los viajes a ese país, y al estudio de algunos elementos de esa cultura que contrastan con la nuestra, se me aparecieron algunas imágenes que configuraron este texto que comparto a continuación.

Es interesante observar el proceso que se da en nosotros cuando estamos ante una palabra o frase totalmente desconocida, sea en nuestro idioma u otro. Seguirle el rastro a nuestras asociaciones, perplejidades, asombros, y acomodos puede ser de lo más divertido, y si lo permitimos, puede dar pie a un proceso/producto creativo, heredero o no a simple vista de la frase detonadora. Por supuesto no les diré cuál fue la frase, es muy evidente, y supongo que irán corriendo a buscar su significado. Sólo les pido que lo hagan después de leer el poema.

Nam niojo orenge kio
Paz y tranquilidad para tu corazón y para tu alma.

Que más puedo desear a un caballero
Al samurai hallado en Maracaibo
Señor de mis luchas y mis ayunos

Doblo mi espalda
como reverencia última

hago harakiri

por estos meses
de tratarnos con palillos
de callarnos monosílabos
de caminar más de tres cuadras
detrás de ti

siguiendo tus huellas
en pos de tu olor

En mi cuerpo
levantan vuelo
miles de tzurus
color añil

se despliegan sonrientes
ciegos
en este bochorno tropical
de ruptura
roja y negra

Blanco
de sangre,
de noche
de misterio

te dejo ir

cuaderno personal: Notas, apuntes, reflexiones, ideas sueltas, iluminaciones